miércoles, 12 de septiembre de 2012

Cambio de dirección - (09/09/2012)

Por el pastor Osvaldo D'Emilio
Lectura: Mateo 4:12, 17; 3:1-2; Is. 55:6-11

En el mensaje de hoy veremos cómo se produce el cambio en las personas, qué actitud debemos tener ante las circunstancias que nos apremian, en qué condiciones nos encontramos, por qué se debe efectuar dicho cambio y hacia dónde nos llevará los pasos que demos hoy.

Jesús tomó el mensaje de Juan el bautista, cuando fue bautizado todos vieron cómo descendía el Espíritu Santo sobre Él como paloma. ¿Cuál era el mensaje de Juan el bautista? “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado”, instaba a las personas a que tengan un cambio de mentalidad. No era poca cosa, era el reino de Dios que quería establecerse en la tierra, era volver a formar parte del reino de Dios. “Viene uno más poderoso que yo…, os bautizará con Espíritu Santo y Fuego” (Mat. 3:11). Dios no mandó representantes, él mismo en la persona de su Hijo se hizo presente, hoy su Espíritu Santo. Podían poner preso a Juan el bautista, incluso lo mataron, pusieron preso a Jesús y lo crucificaron, muriendo por nuestros pecados. Pusieron presos y mataron a muchos de sus profetas y discípulos, pero La Palabra de Dios no está presa, sigue siendo predicada y trae libertad a cuantos la oyeren. Por tal motivo trae arrepentimiento y perdón a quien la escucha.

Debemos darnos cuanta en qué condiciones nos encontramos. En muchos casos planteamos excusas por nuestras situaciones, somos los mejores en tener una posición para que nos tengan lástima por la razón en la que nos encontramos. En general le echamos la culpa a otro, sea a nuestros padres, la sociedad o alguien que no pueda defenderse.

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Debemos darnos cuenta por nosotros mismos cómo nos encontramos (Is. 55:6-11). El profeta manifiesta que el pueblo estaba lejos (“buscad…”), habían perdido el camino y la dirección. Evidentemente estaban lejos de Dios (“llamadle…”.), de alguna manera les está diciendo ¡todavía están a tiempo! “En tanto que está cercano”.

Debe de haber un “CAMBIO DE DIRECCIÓN”. El Arrepentimiento que predicaba Juan el bautista y Jesús, manifestaba un cambio de mentalidad, un cambio de dirección. ¿Estaban y estamos yendo por el camino equivocado? Revisémoslo. Dios, por medio del profeta, plantea varias cosas (Is. 55:7), “Deje el impío su camino…”. Se refiere al hombre malo y pecador, y a sus acciones. “El hombre inicuo, sus pensamientos”, la persona que es transgresora. El camino del hombre es lo que ya decidió en sus pensamientos, por eso el “arrepentimiento” que predicaba Juan el Bautista y Jesús se refería a un cambio de mentalidad, ese que espera de cada uno de nosotros cada día, “Vuélvase a Jehová”. No sigamos cometiendo los mismos errores, que el cambio sea efectivo.

Tenemos promesas de su parte, “tendrá misericordia”. Dios es bueno con nosotros, no tomará en cuenta nuestros pecados si nos arrepentimos. Él, por medio de su Hijo, nos limpio con su sangre. “Será amplio en perdonar”, algunas veces decimos nosotros, “esto no tiene perdón de Dios”, pero si hay arrepentimiento, hay perdón. Muchas veces nosotros no perdonamos cuando nos piden perdón, en otros casos, perdonamos de la boca para afuera, pero cuando nos hacen algo nuevamente, nos acordamos de todo lo que nos hicieron. “Dios es amplio en perdonar”.

A quien Dios perdona le revela sus secretos (vs 10-11). “Mis pensamientos son altos”, “Mis caminos son más altos”. Dios no quiere tener secretos con quienes se vuelven a Él, “así como desciende la lluvia y la nieve…”, Así descenderá Su Palabra y llenará la tierra a través de sus hijos, “será prosperada”, producirá frutos.

El mensaje de Juan, no quedó callado, Jesús, tomo la posta y lo predicó. Antes que Él partiera, lo manifestó a sus discípulos. Hoy la iglesia debe llevar el mensaje de volverse a Dios a toda la sociedad, arrepintiéndose de sus pecados. Volverse a Dios, dejar el camino equivocado, encontrando la amplitud de su gran amor y misericordia. ¿Tenemos algo de que arrepentirnos? Si tenemos que Cambiar de Dirección, todavía estamos a tiempo.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Con los pies en su lugar - (02/09/2012)


Por el pastor Osvaldo D'Emilio
Lectura: Isaías 52:7 (1-8); Marcos 1:7; Mateo 3:11; Romanos 10:15;    Efesios 6:15

En la actualidad vemos cómo algunos se pelean por cargos en la política, otros por lograr un cambio en su categoría laboral. En muchos casos están aquellos que quieren ocupar el cargo de su jefe, como también los jóvenes que se preparan, por medio del estudio, “con mucho entusiasmo” para ocupar puestos de privilegio en un futuro no muy lejano. Incluso están quienes desean formar una familia y tratan de lograr todo lo que necesitan para la casa.

Como parte de La Iglesia, nosotros somos llamados a cumplir una función pero ocupando el lugar que nos corresponde. En muchos casos queremos solo la bendición y los privilegios que tiene Dios para nosotros (y esto es una realidad), pero además tenemos la posibilidad  y responsabilidad de ser mensajeros de las bendiciones que tiene Dios para con todos. No es que debemos abandonar nuestros intereses por ocupar los cargos que anteriormente mencionamos (o más todavía), sino que, en cada lugar donde Dios nos puso o queremos llegar, tenemos un compromiso que desarrollar. Sea en una empresa, negocio, ministerio, un barrio, escuela, universidad o lugar donde desarrollamos nuestras capacidades, tenemos una responsabilidad que cumplir. Pero debemos saber que no estamos solos, sino que tenemos el respaldo de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.

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Parte 2
 

En el mensaje de hoy veremos cómo nos encontramos. Dios nos llama a ser receptores de Su Palabra, pero también transmisores de Su Palabra a través de las Buenas Nuevas de Salvación.

¿Cómo se encontraba su pueblo? (Is. 52:1-2). Estaban durmiendo a causa de la cautividad (no es productiva). Se dejaron arrastrar hacia donde no debían ir, daba pena su vestimenta, estaban “andrajosos”, sucios por la tierra, atados, cautivos, sin libertad.

Dios envía una palabra para su pueblo, La Iglesia. “Despiértate” (Efesios 5:15; Jn 5:25). “Es tiempo que la Iglesia declare Vida  para todos aquellos  que han bajado los brazos”. “Levántate y siéntate” (nuestra postura delante de Dios dice mucho). “Suelta las ataduras”, eres libre. “Sacúdete del polvo”, debemos ser bañados con su sangre. “Vístete tu ropa hermosa”. Dios promete que “nunca más” su pueblo será cautivo,  te da libertad eterna con un propósito, porque él declara una promesa, “yo mismo que hablo estaré presente” (52:6).

¿Cuál es ese propósito de Dios para con su pueblo? Que esté “con los pies en su lugar”, sobre los montes, en Su Presencia. Que la Iglesia levante su voz con Su Mensaje. “Hermosos son sobre los montes, los pies…”, (52:7). “Alegres nuevas”, es decir Buenas Noticias, (Evangelio). “Anuncia la Paz”. “Nuevas del bien”, tenemos esperanza que en Cristo alcanzaremos lo que Él tiene para nosotros. “Del que publica Salvación”, (liberación, preservación, sanidad, prosperidad, felicidad, rescate, bienestar general). Del que dice a Su pueblo, ¡¡¡TU DIOS REINA!!! Nosotros somos los primeros receptores de este mensaje. Pongámoslo en práctica en nuestras vidas y familias. Vivamos con la plena certeza de que Jesús, nos hizo dignos de recibir su mensaje, para que también podamos ser de Bendición para con todos.

Vemos en estos versículos  varios casos. De cómo se encuentran muchos, lejos de Su Presencia. Están los que permanecen en ella, los que anuncian La voz de Dios, pero hay uno más, el versículo 8 dice el “ATALAYA” o Centinela. Su función es vigilar, mirar a la distancia, estar atento a todo movimiento que pase para alertar a su pueblo los peligros. En este caso la voz del Atalaya es para declarar que uno a uno volverán los que pertenecen a Sión, Jerusalén, La iglesia. Iglesia, comienza a declarar proféticamente, con los pies en Su Presencia, que volverán los hijos de Dios a Su pueblo, la iglesia, declara sus nombres si los conoces, sea familiar, conocido, amigo o enemigo. Ojo a ojo, verán que Dios (los) vuelve a traer a Sión (La Iglesia).

Iglesia, afirma tus pies sobre Su Presencia, para manifestar la Palabra de Dios. Si quieres ver con tus ojos naturales lo que Cristo hará, comienza a verlo con tus ojos espirituales. El Atalaya, no solo avisa del peligro que acecha al pueblo, sino que desde la altura ve a quienes se encuentran lastimados y heridos, que deseando regresar no tienen fuerza, entonces avisa al pueblo para que aquellos que están “calzados los pies con el apresto del evangelio…”, significa los ya alcanzados, deberán alcanzar a otros, y sobre todos a los heridos. Iglesia, gózate por los que vienen o vuelven, y no emitamos palabras que hieran, sino restauremos.

CON LOS PIES EN SU LUGAR

sábado, 8 de septiembre de 2012

Nunca mejor como en casa - (26/08/2012)


Por el pastor Osvaldo D'Emilio
Lectura: Mateo 10:1, 5-8; Lucas 19:9-10; Hechos 1:8; Mateo 9:35-38

Hoy nuestra sociedad está sufriendo “Temporales” que sacuden a las personas, afectándolas en lo personal cotidianamente. Sufren un descontrol emocional y espiritual al punto en que salen de sus cabales. Se sienten desbordados por todo lo que pasa a su alrededor, saturados e inundados por crisis sin poder resolver, están quebrados o rotos sin poder ser reparados. Lamentablemente sufren pérdidas que en algunos casos son irreparables. Aunque en muchos casos nos avisan lo que puede pasar, no escuchamos. Pero como la tormenta, esto también es “Temporal”, es decir, “por un tiempo”.

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En este día veremos cómo podemos pasar ese “Temporal”. Algunos pensamos que solos nos podemos arreglar bien, pero lamentablemente la sociedad se salió de su cauce. Por tal motivo es bueno pedir ayuda, así como también estar dispuesto a darla.

“Jesús vio la multitud, y tuvo compasión de ellas” (Mat. 9:36-38). Jesús conoce cómo se encuentran las personas, todo lo que sucede a nuestro alrededor está en su conocimiento. Por tal motivo no solo enseñó a las personas que oren a Dios para que este tenga mayor cantidad de personas a su disposición (9:38), sino que Jesús mismo apartó a los doce, los preparó, y los envió con un propósito específico (10:1). Se encontraban como ovejas “que no tienen pastor, pero tienen”. Desamparadas, sin protección, dispersas, sin un rumbo fijo, sin saber a dónde ir.

Así como hay una organización denominada “Defensa Civil”, que se ocupa de socorrer a las personas de los desastres climáticos o accidentes. Debemos formar parte de una “Defensa Espiritual”, en nuestra ciudad, que asista a las personas que estén sufriendo dramas personales, o necesiten protección, contención para ser guiadas en el verdadero camino.

“Jesús les dio instrucciones” (10:5). No podían ir desprovistos de una responsabilidad, debían dejarse enseñar. Esto a muchos les cuesta, pero debemos ser obedientes a las instrucciones que nos dan nuestros mayores. Por alguna razón hay personas que están delegadas para orientarnos en cómo hacer o no hacer las cosas. Si no hay delegación de autoridad, no hay respaldo. Así también los discípulos fueron delegados por Dios a través de Jesús, y cuando se tenían que enfrentar a situaciones imposibles para el ser humano, Dios estaba con ellos y los respaldaba. Los discípulos pasaron de ser Aprendices o estudiantes a Enviados- Apóstoles. Estudiaron.

¿De qué vale que estudiemos una carrera, si no estamos dispuestos a ejercerla?

¿Por qué no les permitió entrar en  tierras  de los gentiles o samaritanos? Ellos no eran personas con las que se llevaban bien en ese tiempo, no podemos predicarles a personas que no amamos. Debemos ir donde Dios nos envía. Recién cuando recibieron el Espíritu Santo, les dijo; Hechos 1:8, primero “Jerusalén…”.

Primero los manda a “las ovejas perdidas de la casa de Israel” (Lucas 19:9-10). Iglesia, ve a buscar a quienes habiendo conocido, hoy están apartados. Aquellos que están desamparados y dispersos, errantes, sin saber a dónde ir. La misión de la Iglesia es “Encarrilar a los descarriados”. Volverlos a poner en el camino. La Promesa dada a Abraham es también para nosotros. “Te bendeciré y serás de bendición…” (Gé. 12:1-3).

También les dio un mensaje (9:35; 10:7). Prediquen el evangelio del reino. Declaren las “Buenas Noticias de Dios”. ¿Cuál era esa buena noticia? “El reino de los cielos se ha acercado”. ¿Por qué ellos pudieron dar esa noticia? Porque ellos fueron los que experimentaron la llegada del reino de los cielos a través de Jesucristo. Aquellos que han tenido y tienen una experiencia personal con Jesucristo, son los delegados para representar a Cristo HOY, manifestando Poder. El “Evangelio, sana, limpia, resucita, libera, declara la grandeza de Dios.

Tenemos una responsabilidad delante de nuestra sociedad, así como Dios corrigió nuestros pasos (1 Pedro 2:25). Tenemos instrucciones que acatar, un mensaje que llevar, “el evangelio del reino”, “A los desamparados y dispersos”. Debemos declarar en medio de toda situación que viven las personas que “El reino de los cielos se ha acercado a todos”. Dios está cerca de todos nosotros. Pero más todavía, Dios quiere estar en nosotros a través de Jesucristo: “Cristo en nosotros la esperanza de Gloria”. “El reino de los cielos se ha acercado”. Volver a casa, es estar en el lugar más cómodo que podamos tener. “Busquemos a los que no están”.