DEL POZO AL TRONO
30/09/12
Génesis 37: 5-11; 24; 28; 36
En este día, Dios
nos hablará de las condiciones para alcanzar sus planes.
En muchos casos
tenemos deseos de lograr proyectos.
Probablemente esos
proyectos están fundamentados en Dios.
Pero en la mayoría
de los casos, en vez de hacer madurar los planes que Dios nos ha dado, los
queremos realizar nosotros por nuestra cuenta.
No queremos pasar
por los momentos difíciles.
Nos adelantamos a
contarles a otros los planes que nosotros tenemos, sin esperar los que Dios
tiene para nosotros.
Hemos escuchado
muchas veces de personas que “tienen un Plan”, que nunca hasta ahora han podido
desarrollar.
Como también de
aquellos que los dicen tener, pudiendo ponerlo en práctica, nunca han logrado
mejorar la calidad de vida de las personas.
Generalmente,
cuando deseamos alcanzar algo, no estamos dispuestos a que surjan
inconvenientes.
Queremos que el
trabajo que vamos a realizar, no tenga problemas.
Que si en alguna
medida Dios nos ha dado la posibilidad de hacer algo, no van a ver situaciones
que lo impidan.
Lo que menos
imaginamos, es que, los más allegados a nosotros, nos van a querer impedir o
menospreciar los planes que tenemos.
No debemos
adelantarnos a los hechos, pero aunque surja algún inconveniente, Dios torna
todas las cosas para bien.
Debemos saber
escuchar a Dios y sus proyectos.
En este día veremos
la reacción de una familia.
Esa familia, era la
elegida por Dios.
Pero a pesar de ser
la elegida por Dios, iba a pasar problemas.
Esos inconvenientes
que se les presentaron iban a trascender en la historia hasta nuestros días,
dejándonos enseñanzas para nosotros.
A pesar de los
momentos difíciles, Dios cumplió con aquello que le había mostrado a su siervo.
No solamente
cumplió sus planes, sino que también trató con el, en la intimidad, moldeando
su carácter.
Veremos como a
pesar de pasar por circunstancias difíciles podemos y debemos ser fieles a Dios
y también a nuestros hermanos, familia e iglesia.
¿Estamos dispuestos
a que se cumpla el plan de Dios para con
nosotros?
José soñó en dos
oportunidades. (Ge. 37:5-11)
La primera vez,
“que un manojo se levantaba…”.
Sus hermanos se
enojaron. “Reinaras tú…”.
La segunda vez, “el
sol la luna y once estrellas se inclinaban…”.
La reacción de los
hermanos fueron dos.
a.
Le aborrecían.
b.
Pero también le tuvieron envidia.
Esto significaba, ¿por qué Dios lo eligió a el? En alguna medida estaban
reconociendo que “el soñador” tendría algo de razón.
“Pero José meditaba
en esto” (vs. 11) seguramente estaba analizando que le quería decir Dios a
través de José a toda la familia.
Los sueños de José
lo llevaron al Pozo.
José es enviado a
supervisar a sus hermanos. (vs. 13)
“Sus hermanos
planearon matarle”.
En vez de realizar
la tarea que su Padre le había mandado a sus hermanos realizar, “conspiraron
contra el para matarle”.
¿Cuál era la tarea
que les habían delegado?
“Darle de comer,
apacentar las ovejas”. (vs. 13)
¿Como puede ser que
el odio y la envidia los hizo olvidar de la tarea específica que debían
realizar?
Iglesia Dios
nos ha dado una tarea específica para realizar, que el odio y la
envidia anulan nuestros ministerios. Nos impiden realizar el trabajo que Dios
nos ha delegado. Dejemos de lado como familia de Dios, aquellas cosas que nos
impiden trabajar.
Los hermanos de
José lo echaron al Pozo. ¿Podemos imaginarnos a José como habrá quedado?
Preguntándole a Dios, Señor ¿Y los sueños que me distes, que pasaran con ellos?
Los que menos nos
imaginamos lo sacaron del Pozo. (Sal. 40)
Mientras sus
hermanos deliberaban para ver que hacían.
Pasaron unos
madianitas y lo rescataron.
Pero además fue
vendido a los ismaelitas, sus primos.
Pero estos lo
vendieron a Potifar como esclavo en Egipto.
Seguramente en su
corazón estaba todavía la pregunta de José a Dios ¿que pasará con los sueños
que había tenido?
Antes que se
cumplan los sueños, Dios trató con José en su vida personal. (Esto mucho no nos
gusta)
Trató con su
orgullo, carácter, convicción personal, fe, integridad, valentía, comunión con
Dios, aún con su relación con personas diferentes a su familia, del “mundo
exterior”.
A pesar de todo,
“Dios estaba con él”. (39:1-3, 21,23)
Potifar un oficial
del faraón lo compra y lo pone como mayordomo.
“Vio su amo que
Dios estaba con el”.
A pesar de la
trampa tendida por la esposa de Potifar que quiso acostarse con el, mantuvo su
integridad. Esto es importante, mantenernos puros e íntegros delante de Dios, y
premia nuestra condición.
A pesar de todo
otra vez ya no solo esclavo, sino preso.
Pero, Dios estaba
con el aún en la prisión.
Ya no solo era el
soñador, sino el que interpretaba sueños.
En los momentos
difíciles desarrollo más su ministerio.
Interpretó los
sueños de dos presos.
El Faraón llega a
soñar y no hay nadie que lo interprete.
El copero se
acuerda de José en la cárcel y lo dice al faraón.
“Dios mantiene sus proyectos vigentes, cuando
nos mantenemos fieles a Dios”.
José interpreta los
sueños del faraón.
Al interpretarle el sueño, le dio como
desarrollar sus proyectos para que tengan cuidado de no equivocarse.
Necesitaban un buen
administrador sobre todo. (Ge. 39:33-36)
José llega del pozo
al Trono. (Ge. 39:37-43).
Se cumplió el sueño
de José.
Aún su familia
luego tuvo que venir a el, por comida.
III. Conclusión.
A.
Probablemente algunos de nosotros
nos sentimos en el pozo de la desesperación.
B.
Dios conoce nuestras condiciones
como nos encontramos.
C.
Pero su finalidad no es que
sigamos en el pozo, si no ponernos en lo más alto.
D.
Debemos permanecer fieles a Dios y
también a nuestro lugar donde Dios nos a colocado como familia y como iglesia.
E.
Es allí donde Dios va a cumplir
los planes y proyectos que Él ha colocado en nuestro corazón.
Dios te saca del pozo para
colocarte en lo más alto
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