sábado, 30 de junio de 2012

El Ministerio Déboras tuvo su reunión de apertura


El viernes 29 de junio el Ministerio Déboras llevó a cabo una reunión especial para todas las mujeres de la congregación "Templo Unción". La misma fue a modo de apertura de las actividades del año, a pesar de haber ya comenzado anteriormente. Para esta ocasión, Mary Guerrieri, esposa del pastor Osvaldo D'Emilio, llevó el mensaje de Dios animando a estar "quietas y en silencio" para poder disfrutar del Espíritu Santo y dedicarle tiempo.

A continuación podrá escuchar el mensaje completo, próximamente tendrá la posibilidad de disfrutarlo en video:

Parte 1

Parte 2




(Haciendo click en la imagen podrá acceder al álbum de fotos)

Dios nos llama a "despertar" y "trabajar" - (24/06/2012)

¿Cuántas veces nos sentimos desanimados y hemos bajado los brazos cuando teníamos que realizar determinada tarea? El mensaje de hoy es un estudio del libro de Hageo en el que Dios nos llama a “despertar” (cap. 1) y “trabajar” (cap. 2). Dividido en dos partes, el pastor Osvaldo D’Emilio compartió este mensaje en el culto de la mañana (capítulo 1) y el de la tarde (capítulo 2) del domingo 24 de junio. A continuación lo invitamos a que pueda disfrutar de ambas prédicas.

Parte 2

martes, 19 de junio de 2012

Dios quiere restaurar a su hijos - (17/06/2012)


Por el pastor Osvaldo D'Emilio
Lectura: Marcos 5: 21-24; 35-41

Muchos padres están preocupados por lo que pasa con sus hijos. Lo que nos brinda la sociedad no es garantía de que, a través de la educación, pueda mejorar la situación actual. A través de las vivencias de nuestros hijos vemos que nuestra preparación, en muchos casos, es limitada. Los tiempos han avanzado tanto, que nos hemos “quedado atrás”. Los peligros nos rodean a todos, pero nosotros debemos estar, con la cobertura de Dios, nuestro Padre.

En el mensaje de hoy veremos el esfuerzo de un padre por su hija. Ese esfuerzo debe ser nuestro porque son nuestros hijos, no tenemos que medir las limitaciones sino dejar de lado los impedimentos y rechazar a quienes nos dicen que bajemos los brazos. Dios es este Padre.

Jairo, el Padre que trae a Jesús a su casa. Había muchas personas que creyendo que podían ayudar, alborotaban el lugar. Lloraban y gritaban, y todo esto no traía ninguna solución, al contrario, perturbaba a los habitantes de la casa. A este padre no le importó la distancia que había, no fue a buscar lo más cercano, lo más fácil, sino que hizo el esfuerzo y salió de ese entorno, fue donde estaba Jesús, quien luego, al llegar a su casa, “echo a todos los que molestaban”.


Escuchá el mensaje completo

En este pasaje vemos a un padre que quiere que Jesús entre en su casa porque cree que solamente poniendo Él sus manos sobre su hija, ella sanará. En muchos casos el desanimo nos ataca, nos propone bajar los brazos, abandonar nuestra fe, escuchar las voces de los que nos rodean. Sin embargo, Jesús dice: “No temas Cree solamente”.

“El perfecto amor hecha afuera el temor” (1° Jn 4:17-19). Si hay algo que tenemos que echar fuera, es porque le hemos permitido entrar. Eso nos ha causado una alteración que ha afectado a toda nuestra casa. Debemos saber entender qué es lo que nos hace bien, como también qué es aquello que nos hace mal. Lo bueno, dejarlo entrar, y a lo malo, si está afuera, cerrarle la puerta, y si ha entrado, echarlo fuera.

El pasaje dice que “echando fuera a todos, entró con sus padres, y con, Pedro, Jacobo y Juan”. Pedro representa la roca, el fundamento (Mat. 16:18). Tenemos que echar bases sólidas en nuestra fe.

Jacobo se encargaba de remendar redes. Cuando éstas comenzaban a trabajar, por la fuerza que debían realizar, algunas producían un deterioro y se rompían permitiendo que se perdieran los peces que debían de pescar. Jacobo con Juan se encargaban de remendar y/o reparar esas redes, para que la pesca sea más efectiva.  Representa al que restaura las vidas, para que no se pierda nada de aquello que pueda recibir.

Juan, representa el Amor de Dios, el era “el discípulo amado”. Era el que se recostaba sobre el pecho de Jesús, el discípulo más joven, el amor de Dios a todos aquellos que le seguían, y están dispuestos a caminar con Él, sin miedo a las circunstancias que deben enfrentar.  Recordemos que Juan era el que estaba al pie de la cruz cuando Jesús fue crucificado.

“Tomando la mano de la niña le dijo “Talita cumi […] Niña a ti te digo levántate”. No te des por vencido, Jesús es el que te toma de la mano y te dice, “levántate”. Él desea que nuestra vida tenga nuevas oportunidades, Dios es el Padre que desea lo mejor para sus hijos. Sólo en Él hay esperanza. En lo personal debemos alimentarnos de Su Palabra y fortalecer nuestro espíritu.

martes, 12 de junio de 2012

Jubal: Inscripciones abiertas

Jubal abrió las inscripciones 2012 para estudiar teclado y batería. Luego de algunos años vuelve con un sistema de estudio totalmente renovado, éste facilita la ejecución inmediata del instrumento al tratar la teoría desde la práctica.

La realidad actual de gran parte de las congregaciones de la ciudad es que necesitan de manera apresurada músicos que sepan tocar, por lo que no pueden esperar a que éste realice una carrera o curso académico para ello. Por tal motivo, quienes hacen Jubal consideran adecuada la enseñanza práctica, aunque no superficial, de los instrumentos básicos como lo son el teclado y la batería. Al trabajar sobre canciones específicas (una por cada clase), el alumnos podrá adquirir conocimientos teóricos que surgen de la propia experiencia, facilitando así el aprendizaje.

Si bien aún no se ha fijado una fecha de inicio de clases, quienes gusten aprender a ejecutar estos instrumentos ya pueden anotarse por correo electrónico a templouncion@gmail.com o acercándose a los músicos de la iglesia Templo Unción.

Aviva tu obra - (10/06/2012)


Por el pastor Osvaldo D'Emilio
Lectura: Habacuc 3:1-2

Los días de Habacuc no eran los mejores. El pueblo estaba en tiempos de crisis nacional, rodeado de injusticia, uno de los períodos más críticos de la historia de Judá. El país había descendido de las reformas de Josías a los abusos que sufrían sus habitantes, medidas opresivas contra los pobres, y la alteración del sistema legal. Los países que lo rodeaban estaban en guerra por lo que el pueblo se sentía amenazado. Palabras como iniquidad, dificultades, saqueos, violencia, pleitos, contiendas, ley ineficaz,  injusticia, rrepresentan esos tiempos. Los malos encierran a los rectos, el juicio de los perversos prospera.

En estos días vemos cuántas cosas similares nos pasan que no nos permiten terminar nuestros proyectos de vida, probablemente en tareas que hemos empezado, quizás en lo personal: en el estudio, en la casa, en el trabajo. Buscamos alcanzar una mejor posición en lo social, tener un mejor nivel cultural.


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Pero también vemos aquellas cosas que hemos querido empezar y que no lo hicimos. En algunos casos eso genera insatisfacción, frustraciones por no haber desarrollado nuestro potencial. Muchas veces dependemos de nuestras propias decisiones, y otras de las de nuestros mayores, quienes no ven los deseos de cada uno de nosotros.

En este día veremos que podemos contar con Dios. Él ve en nosotros el potencial que tenemos, conoce el trabajo que podemos realizar, sabe por dónde debemos empezar, y es quien respalda la tarea que hemos de realizar.

Habacuc viene de resaltar un momento difícil de su pueblo, en el capítulo 2 manifiesta las características de los babilonios. Les habla a los que no hacen lo recto, a quienes desean ganancias deshonestas. Pensaban que podían escapar de quienes les reclamarían por sus agresiones. Pero Jesús es quien responderá por su pueblo. (2 vs 11)

Habacuc clama y canta con todas sus fuerzas (v. 3:1). Esto es lo que representa Sigionot. Manifiesta la Emoción de su presencia, tiene la sensación de Victoria. Es como adelantarse por Fe a lo que Dios ya ha respondido. (Tengamos esa sensación). La Palabra de Dios conmueve todo el ser de Habacuc. Él dijo: “He oído Tu Palabra…”. A pesar de todo lo que pasa alrededor, a pesar de las injusticias que se cometen, a pesar de las muchas voces que se levantan. “He oído Tu Palabra, y temí” (No dice tuve miedo). Vibra todo mi ser ante la presencia de Dios, se conmueve toda mi alma ante el maravilloso Poder de Dios. Comprendo que la voz de tu presencia permanece para siempre.

Escuchando su voz, reclamó su acción. “Aviva tu obra en medio de los tiempos”. En otras palabras le está -y nos está- diciendo “Señor, haz reaccionar a tu pueblo”. Así como Dios envía Su Palabra, también envía Su Espíritu sobre nuestras vidas para hacernos ver el trabajo que debemos realizar. La “Obra” necesita “obreros”. ¿Hay quien busca trabajo? La acción de Dios despertará a quienes deseen trabajar. No podemos esperar crecer sin hacer nada. No significa que cada uno haga lo que quiera, sino que sepa escuchar a quien le dé las indicaciones. Nuestra disposición manifestará nuestra acción.

Es el tiempo de dar a conocer la manifestación del Poder de Dios. La Obra no es sólo cada congregación o la Iglesia, no es sólo cada ministerio, ni aquello que podamos nosotros realizar. La Obra es la manifestación del Poder de Dios sobre todas las vidas, porque Dios es el Dios de la Obra. (No somos los dueños). Es el Tiempo de dar a Conocer la importancia, Poder y Manifestación de su gran Misericordia.

A pesar de las dificultades, podemos salir adelante. Aquello que pasa no nos va a hacer bajar los brazos. A pesar de que se levanten tantas voces, atenderemos a La Voz de Dios. Nuestra disposición a trabajar debe estar siempre. Nuestro trabajar será efectivo, cuando veamos cómo aquello que damos a conocer, Su Palabra, da frutos en las vidas que la han recibido. “La mies es…”, “Denles ustedes de comer…” “Te aconsejo que avives el fuego…”. A pesar de que mi entorno no sea el mejor, levanto los ojos por encima de las dificultades (Sal 121:1).

jueves, 7 de junio de 2012

Volvamos a los pies de Jesús - (03/06/2012)

Por el Pastor Osvaldo D'Emilio
Lectura: Jeremías 31:15-17, 22; Juan 12:32

En la lectura de hoy vemos que cuando Jeremías comienza a hablarle al pueblo, éste no quería escucharle. Las que tenía que decir no eran palabras agradables (muchas veces sólo queremos oír cosas bonitas), les estaba anunciando que a causa de la desobediencia, serían llevados cautivos. Los gobernantes no lo aceptaban, mucho menos el pueblo, pero a pesar de todo, él seguía hablando de parte de Dios. Tuvo que pasar momentos difíciles hasta el punto de querer llegar a negar a Dios, “pero había un fuego ardiente metido en mis huesos, traté de sufrirlo y no pude” (Jer. 20:9).

Jeremías, lleno del Espíritu Santo, manifestó el amor de Dios. Quería negarlo pero Él era más fuerte, hubiese deseado llevar palabras de aliento. Como profeta trata de conducir al pueblo a una solución sin inconvenientes. Quizás eso es lo que desearíamos la mayoría, predicar palabras bonitas de parte de Dios.


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Si bien Jeremías anunciaba lo que iba a pasar en lo inmediato, también les anunciaba que en un futuro Dios iba a tener misericordia de ellos. Lo inmediato era a causa de la desobediencia, lo futuro era por la misericordia de Dios y el arrepentimiento de su pueblo.

El pueblo se lamenta por el alejamiento de sus hijos. ¿Qué padre no se entristece porque sus hijos se van de viaje? Piensan que si no están cerca están desprotegidos. En este caso es mucho peor, las tribus del norte son tomadas en cautiverio, llevadas al exilio, lejos de su tierra. Esta es una realidad que pasamos todos cuando nuestros hijos toman caminos diferentes a los nuestros. Muchos de nosotros no alcanzamos a comprender las decisiones que toman, pero la lectura de hoy dice “reprime del llanto tu voz…”, deja de llorar. No podemos vivir lamentándonos por quienes se alejaron, quienes han tomado decisiones que creen que son las correctas.

Dios premia el esfuerzo de sus hijos. En muchos casos miramos cómo otros progresan, pero no vemos el esfuerzo que realizan, el tiempo que dedican, ni el dinero que invierten. Debemos saber generar emprendimientos que nos reditúen.

Algunos quieren el salario, el sueldo o la ayuda sin una contraprestación. Pero todo salario es el resultado de un trabajo realizado, por eso dice “salario hay para tu trabajo”. Hay un esfuerzo que todos debemos hacer, un tiempo que cada uno debe dedicar, un premio que Dios tiene para con sus hijos.

El esfuerzo que realicemos nos da “esperanza para nuestro porvenir”. No podemos generar un porvenir sin desarrollar todas nuestras capacidades. Dios nos ha dotado del conocimiento para realzar lo mejor en aquello que emprendamos. Están aquellos que no desean realizar ningún esfuerzo y quieren los beneficios que tienen quienes trabajan. Ese esfuerzo es tratar de rescatar las vidas que el enemigo se ha llevado a “su territorio”, las que tiene en esclavitud. “Señor atraemos a tu presencia las vidas que el enemigo ha esclavizado, te hayan conocido o no”.

Sólo delante de Él somos redimidos (Jer. 31:22). Muchos van “errantes” de un lugar a otro, no tienen un lugar definido. “Contumaz”, obstinado y rebelde, no acepta que nadie le diga nada, todo le viene mal, y no hay autoridad que le venga bien. Pero todos tenemos una posibilidad mejor, es personal ¿la aceptamos?

“La mujer rodeará al varón”: cuando dice “varón” se refiere no al “sexo fuerte” en relación con la mujer, sino al “Hombre Poderoso”, al Guerrero, el héroe, campeón, al hombre de fuerza y valentía, el Dios fuerte. En Juan 12:32 dice: “cuando fuere levantado…, los atraeré a mí mismo”. Por eso, “la mujer que rodea al varón”, a quien Jesús atrae a través de la cruz es “la iglesia que se rinde a sus pies”, que él es el Dios fuerte y todopoderoso que brindará la respuesta que su pueblo necesita.

Así como el Espíritu Santo siguió ardiendo en la vida de Jeremías, también se mantenga encendido en la vida de la iglesia, manifestando su fuego a todos los que deseen, yendo a los pies de la cruz de Cristo. Él ve a los que le rodean, debemos saber a quién y/o por quien nos dejamos rodear para que como resultado de su gran misericordia muchos lleguen a conocerle y reencontrarse con Él. Si ocupamos nuestro lugar, veremos que Jesús es el más grande, Dios fuerte, el Campeón.