lunes, 28 de mayo de 2012

El tiempo es hoy - (27/05/2012)

Por el pastor Osvaldo D'Emilio
Josué 3:1-6; Efesios 5:15-16

¿Por cuánto tiempo hemos esperado que pase algo que nos deslumbre? ¿Por cuánto tiempo hemos esperado algo en nuestras vidas que trascienda pero no llega? Quedémonos tranquilos porque no somos los únicos, al pueblo de Israel le llevó 40 años llegar al lugar que Dios le había prometido, pero si hubiesen sido obedientes, habrían llegado en tan sólo 11 días.

¿No nos parece que esta historia tiene mucho que ver con nosotros? Hemos dejado de lado nuestros anhelos por años, hicimos planes para nuestras familias que no llevamos adelante, que quedaron en el camino por desanimo o porque no hemos peleado por ellos.

Quizás hemos estado a pasos de la Bendición, pero la hemos rodeado. En algunos casos preferimos seguir en el desierto, que animarnos a dar pasos en la tierra prometida. Dejamos que gane la pereza, abandonando nuestras responsabilidades como cristianos y haciendo que la falta de compromiso se convierta en la razón de la demora para obtener lo que Dios tiene para nuestras vidas. Muchos al conformarse con el fracaso, mueren fracasados. Algunos se frustran y no vuelven a intentarlo. Pero hoy es el tiempo en el cual debemos entrar en la tierra que Dios nos ha preparado

Escuchá el mensaje completo acá

Nuestro tiempo vale mucho, no lo perdamos (Josué 3:1). Ya pasamos mucho tiempo en el desierto, ahora debemos saber invertir nuestro tiempo, estamos más cerca que antes de lograr lo que anhelamos. Josué  hizo algo que nos cuesta a muchos: “Se levantó de mañana…”, eso era un símbolo de emprender las cosas lo más temprano posible. En este tiempo, Dios nos da nuevas oportunidades, debemos saber aprovecharlas.

Tenemos que tener una dirección (Josué 3:2-4). “El arca” guiaba los pasos del pueblo, era la Presencia y la Palabra de Dios. Era el objeto más sagrado de Israel. ¿En qué lugar tenemos a Dios en nuestras vidas? El arca contenía la vara de Aarón (la autoridad), una porción del maná (la provisión) y las tablas de la ley (la palabra de Dios). No podemos ni debemos perdernos, es el camino más seguro. Es Dios quien va adelante.

El pueblo debía estar Consagrado (Josué 3:5ª). La palabra consagración nos dice mucho: hacer algo sagrado, dedicarse a las cosas Sagradas, apartarse para lo santo, para Dios. Es lo que Dios está esperando de nosotros. “Santificaos…” es un verbo que está en presente.

Dios espera de nosotros una reacción que produzca una acción (Josué 3:5b). “Maravillas” es una promesa de parte de Dios para nuestras vidas y hogares. Algo Asombroso, admirable, extraordinario. Queremos que se cumplan sus promesas pero ¿estamos dispuestos a cumplir con lo que nos pide? Apartarse para Dios significa disponerse a ser partícipes de sus maravillas. El pueblo de Dios las experimentó, Josué fue a la batalla y salió victorioso. La primera batalla fue la que desarrolló en el pueblo una fe hacia Dios que lo motivó por el resto de sus días.

Lo determinante de nuestra parte es saber escuchar la Voz de Dios. Josué marcó la diferencia entre Dios y el pueblo, manifestó cómo se encontraba el pueblo, pero también qué esperaba Dios de él. Está en nosotros marchar hacia aquello que Dios tiene preparado, desde lo personal y lo familiar, como también siendo parte del Pueblo de Dios. Él tiene y quiere darnos lo mejor para nuestras vidas. “EL TIEMPO ES HOY”

1 comentario:

  1. ¡¡Que hermosa palabra,realmente es una respuesta a una inquietud que tenía en mi vida,una gran bendicion justo en esta hora,gracias !!

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