domingo, 1 de abril de 2012

DIOS RESPALDA A SUS HIJOS - (08/08/2010)


Lectura: Jeremías 1:4-8; 19-20

Muchos hoy desearían volver a disfrutar etapas que ya han pasado en el tiempo. Por un lado vemos como los chicos están disfrutando de su día dentro de las posibilidades de sus familiares. Otros añoran o recuerdan cuando a ellos les toco vivir ese tiempo, para algunos lejanos y para otros no tanto. Pero la niñez es una etapa de juegos, aprendizaje y crecimiento que van a fundamentar la vida del niño en el futuro.

Debemos permitirles a nuestros hijos hoy, bajo la enseñanza y acompañamiento de los mayores, que tomen confianza y seguridad en si mismo porque les va a ser muy saludable el día de mañana para todo aquello que quieran emprender en su futuro.

En el caso de Jeremías sus tiempos no eran los mejores. Veremos las circunstancias que lo rodeaban, la reacción que el tuvo y que en muchos casos nosotros también tenemos, pero además cómo salir victoriosos en las dificultades.

Jeremías vivió bajo gobiernos que en su mayoría desviaron sus caminos fuera de lo que Dios les había indicado. Salvo el caso de Josías, que en alguna medida restauró la comunión del pueblo con Dios, los demás reyes se unieron a los cultos paganos.

Dios nos invita a que dejemos de lado todo aquello que nos distrae de nuestra atención a Dios sobre todas las cosas. Quizás hoy nos quieren llevar a que nuestra atención esté en diferentes cosas y nos distraen con el materialismo a través de los medios de comunicación. Diarios, revistas y T.V. que nos desvían de la atención hacia cosas que en ves de construir nos destruyen en nuestra manera de pensar.

Jeremías quería eludir su responsabilidad. (vs.6) Generalmente nosotros ante lo desconocido tenemos miedo de como podemos actuar. Lo mismo le pasó a Jeremías, sabia lo que estaba pasando pero no se creyó lo suficientemente apto para realizar la tarea a tal punto que se creyó menos de lo que era. Pero Dios lo consideraba más de lo que se creía.

Dios le dijo: “Jeremías, ya estas crecido”. (vs.7) Dios ve en Jeremías una persona que ya es lo suficientemente maduro para asumir el compromiso con Dios. Tiene las cualidades necesarias que Dios necesita. Puede desarrollar su ministerio como Dios quiere.

Nosotros nos vemos menos de lo que somos, pero Dios nos ve mucho más de lo que nos creemos.

Por eso Dios le dio una tarea a Jeremías y no le dio opción. Le dijo “irás tu…” no dijo “si te parece, o si querés…”. Pero también Dios le dijo “no temas porque yo estoy contigo” y hoy nos dice lo mismo a nosotros. “No temas porque yo estoy contigo para librarte”. A pesar de los problemas y dificultades Dios está con nosotros para librarnos.

La misión de Jeremías era importante, debía quitar todo aquello que era desagradable ante los ojos de Dios. Hay ciertas costumbres que han crecido que se deberán “arrancar y destruir”. Están también aquellas cosas que se han edificado que son desagradables a los ojos de Dios que deberán arruinarse y derribar. Pero también le manda Dios a Jeremías que debe hacer algo más, edificar y plantar. Uno debe hacer esta tarea sobre un terreno limpio por eso primero le manda limpiar todo terreno. Así deberán ser nuestras vidas limpias de todo aquello que ha crecido y que a Dios no le agrada.

Dios le advierte a Jeremías que iba a sufrir contratiempos. (vs. 19) Vas a sufrir enfrentamientos. “pelearan contra ti…”. Debemos estar preparados para las dificultades. (vs. 17) No tienes que buscar la pelea, “pelearan contra ti…”. En este tiempo hay muchas cosas que vienen sobre nosotros por lo que debemos estar preparados.

Jeremías tenía una promesa que debemos hacer nuestra hoy. “Pero no te vencerán, porque yo estoy contigo para librarte, dice Jehová” En algunos casos dudamos de cómo debemos enfrentar las dificultades, porque desconfiamos de nuestras fuerzas, pero eso es normal. Dios nos dice que vamos a salir victoriosos a través de JESUCRISTO. Él nos hizo “más que vencedores”. (Rom 8:37) Pero la victoria se basa no en nosotros ni en nuestra fuerza sino en quien nos respalda, “Yo estoy contigo para librarte, dice Dios”. (vs. 8, 19)

Jeremías estuvo a punto de bajar los brazos (20: 7), se desanimaba, pero había algo que lo motivaba a seguir adelante y que no le dejaba abandonar su misión. Jeremías se dio cuenta y dijo “Jehová está conmigo como poderoso gigante”. Así también Dios está con nosotros.

¿En cuantas ocasiones nos sentimos como Jeremías? En vez de creernos superadores de las dificultades nos echamos a menos por todo lo que nos rodea. Pero a pesar de aquello que debemos enfrentar, debemos saber poner nuestra mirada en Dios. Así como respaldó a Jeremías con Su Palabra a pesar de que muchos no lo quisieron escuchar, Dios respalda en este tiempo a su pueblo en medio de la adversidad. DIOS RESPALDA A SUS HIJOS

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