Lectura: Deuteronomio 28: 3-12
No cabe duda de que mientras más leemos la Biblia más son las cosas que descubrimos y confirmamos que Dios está de nuestro lado dispuesto a darnos lo mejor en nuestras vidas.
Estamos comenzando el 2011 y para este tiempo ya aparecen todo tipo de sugerencias, supersticiones, predicciones y vaticinios. Es el tiempo en que muchos se van con el ritmo que marca la sociedad, toman en cuenta lo que dicen las tradiciones, por ejemplo usar la ropa de determinado color de acuerdo a las mismas.
Quienes practican esas tradiciones son personas que dependen de ellas, creen que será una realidad en sus vidas si así lo llegaran a hacer. Para nosotros los cristianos, son las palabras de Dios las que tienen validez y cobran efecto. Para todo aquel que se considera hijo de Dios, su fundamento no está en lo que dice el común de la gente, sino en aquello que está basado en la palabra más importante que pueda tener, y es en la Palabra de Dios.
El año que iniciamos es para personas que toman Su Palabra con plena confianza y esperan en ella la respuesta a sus necesidades, haciendo mientras tanto todo lo que en ella indica y esperando y viendo resultados en sus vidas por poner en práctica su palabra.
El 2011 es para cristianos bendecidos (Deut. 28: 3-6). En todos los aspectos de su vida, incluso en las finanzas, será bendecido y protegido por Dios. Bendito al entrar en un negocio y al salir de él, sin pérdidas ni problemas legales. Su casa será un lugar de paz y darán ganas de estar en ella. Bendecido en cualquier lugar que esté. Pero espiritualmente será un cristiano con deseo de superarse.
El 2011 es para cristianos victoriosos (Deut. 28:7). Cristianos que no conocen derrotas, pero que si en algún momento son “derrotados” o se sienten así, vuelven a levantarse para seguir luchando. Cristianos que no desean hacer enemigos, pero el día que éstos aparezcan no tienen por qué temerles, porque Dios se encargará de hacerlos a un lado de sus caminos.
El 2011 es para cristianos solventes (Deut. 28:8). Productivo en todo. Dios se encargará de enviar su bendición sobre tus pertenencias: tu vivienda, tu vehículo, tus artículos domésticos. También habrá capacidad de ahorrar, de poner a parte algo para momentos especiales.
El 2011 es para cristianos de respeto (Deut. 28:9-10). Respeto por servirle a Dios, por tus convicciones, por tu amor a las cosas de Dios, por tu testimonio y hasta por tu jefe. Respeto por tus compañeros de trabajo, por los que no piensan como nosotros, por las autoridades, respeto en su hablar y en su pensar. Respeto también en las decisiones de los demás, respeto por sus hermanos. Si queremos que nos respeten entonces tenemos que respetar.
El 2011 es para cristianos que se fundamenten en su palabra (Deut. 28:1). Oyendo atentamente, guardando su palabra y poniéndola en práctica.
Es el tiempo de tomarnos más fuerte de su palabra, pero además de ponerla por obra todos los días. Dios nos promete hoy sus bendiciones como a su pueblo en la antigüedad.
Debemos declarar en este tiempo todas sus bendiciones. “Dios nos ha dado preciosas y grandísimas promesas” (2° Pedro 1:3-4). Esas promesas están en tiempo presente, quiere decir que son para “AHORA”. Así que “échele mano a esas Grande Promesas que Dios tiene para nuestras vidas”.
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