Lectura: Lucas 10:38-42
En estos días nos vemos envueltos en preparativos, se acerca el día de Navidad. Hacemos planes para ver con quién vamos a pasar las fiestas, qué vamos a comer, si vamos a ir a la casa de algún familiar, amigo o vecino.
En el pasaje de Lucas vemos a dos hermanas, Marta y María. Ambas tenían su hogar en Betania. Probablemente Marta era la mayor, por lo tanto era la dueña, y María, la hermana menor, vivía con ella. Marta era la que hacía las tareas de la casa.
En esta ocasión Jesús había ido de visita pero Marta estaba ocupada limpiando, cocinando y encargándose del trabajo casero.
Muchas personas se parecen a Marta, trabajan duro en la cocina y en la limpieza para mantener la casa rechinando de limpia, reluciente, ordenada. Pero al hacer esto, descuidan la tarea más importante: pasar tiempo con el Señor. Esto ocurre especial y principalmente en Navidad. Limpiar la casa, ganar dinero y hacer otras cosas son importantes, pero nunca deberían ocupar el tiempo que tenemos para el Señor.
Marta estaba agitada por los asuntos materiales. Estaba afanada, preocupada. Como los apóstoles y el Señor Jesús estaban allí parecía extremadamente importante que la casa estuviera limpia y la comida a tiempo. Ella quería que todo saliera perfecto. Algunas personas se preocupan tanto que se cansan aun antes de que llegue el día.
Pero el afán no le agrada a Jesús, éste está prohibido en Fil. 4:6. Nuestra versión dice: "por nada estéis afanosos", otra versión dice: "Por nada estéis angustiados o inquietos". Jesús reprobó ese afán en Mat. 6:25-34 “El que viste a los lirios del campo y alimenta a los pájaros se encargará de aquellos que buscan en primer lugar el reino de Dios y Su justicia” (vs. 33). ¿Qué está buscando en esta temporada de Navidad? El Señor desea añadir todas las demás cosas. ¿A quién busca agradar en esta Navidad? ¿A Dios o las personas? ¿Busca usted la aprobación de la gente o del Señor?
Marta trabajó tanto para el Señor que ni lo disfrutó. Algunas personas trabajan durísimo en las actividades de la iglesia, pero nunca son felices. Es difícil estar feliz cuando no se pasa tiempo con el Señor. Muchos hermanos y pastores (sobre todo) pasan tiempo PARA el Señor, pero no CON el Señor. Jesús se refirió a tales personas en Apo. 2:1-4
Por el contrario a María le importaban los asuntos espirituales y se sentó a los pies de Jesús. Tenía un profundo deseo de escuchar todo lo que Él tenía que decir. Marta era una buena mujer pero estaba distraída en servir a la casa. En cambio María estaba enfocada en servir a Jesús.
La actitud de María agradó al Señor más que el servicio honesto y diligente de Marta. Lo que María escogió al sentarse a los pies de Jesús para aprender y disfrutar de su compañía fue muchísimo mejor. Jesús dijo que ella había escogido la mejor parte.
¿Qué tipo de navidad tendrá: una como María o como Marta? ¿Está ocupado en su casa terrenal o en su casa celestial? Usted puede almacenar tesoros celestiales ofrendando y compartiendo con los necesitados...O seguir poniendo más regalos bajo el árbol de Navidad Mat 6:19-21 “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín destruyen, y donde ladrones entran y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín destruyen, y donde ladrones no entran ni hurtan, porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”.
¿Qué tiene de beneficioso vivir todo un año para el Señor Jesús sólo para seguir al mundo en Navidad? Una Navidad material significa sólo estar contagiado por la emoción de la época. Pero una Navidad espiritual significa estar más interesado con la verdadera razón de la temporada. Una navidad espiritual consiste en compartir con la gente el verdadero y el mejor regalo que se puede recibir en esta época: la salvación que se encuentra en Cristo.
Entonces, ¿una navidad estilo Marta o estilo María? En la primera uno se pierde en las cosas materiales: foquitos, árbol, cena, regalos, estrenar ropa, aguinaldo, etc. En una Navidad estilo María lo más importante es el aspecto espiritual: preparar nuestro corazón para oír la voz del Señor. En una Navidad estilo Marta uno se pierde decorando y construyendo la casa que tenemos aquí en la Tierra. En una Navidad estilo María uno se enfoca en lo que tenemos en nuestro hogar celestial.
C.S. Lewis dijo: “Si uno lee la historia descubrirá que los cristianos que hicieron más por el mundo presente fueron precisamente los que más pensaron en el mundo futuro. Y como los cristianos han dejado de pensar en el mundo futuro, se han hecho totalmente inefectivos en el presente”.
Preparémonos para una Feliz y Espiritual Navidad compartiendo a Jesús, la única razón de la Navidad. Que Él sea el centro de nuestra mesa, familia y casa. Pero que sobre todo lo sea en nuestro corazón, el centro de nuestras vidas, todos los días y no sólo nos acordemos de Él en Navidad. Que esta Navidad, sea de reencuentro con Dios y con nuestro prójimo. Como Jesús lo deseo con las dos hermanas.
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