lunes, 2 de abril de 2012

VUELVE A INTENTARLO - (21/11/2010)


Lectura: Lucas 5:1-6

En estos tiempos uno de los grandes problemas que tenemos es que estamos cansados de nuestras frustraciones. Vivimos intentando cosas que no nos salen, y dejamos de intentar. Quizás sea porque tenemos miedo a equivocarnos o a lo que nos digan los demás, no sea cosa que pasemos vergüenza.

En muchos casos nos comparamos con otras personas que parecen hacer todo bien, pero no evaluamos que también ellos en algún momento se han equivocado. Han pasado por tiempos de enojos y de miedos quizás ellos también se habrán comparado con otros y seguramente han pasado tiempos de desanimo por esas frustraciones.

Como cristianos tenemos que dejar de lado las frustraciones (vs.1-2). El versículo 2  dice: “…, y los pescadores, habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes”. Aunque hacían esto para remover las algas, quitar basura de mar y en ocasiones remendarla, también es una acción de frustración por un día de trabajo en vano. En nuestros días muchos hermanos también están “lavando las redes”. Estar frustrados es no estar conformes con la vida que están llevando, no haber alcanzado el sueño que tuvo de joven, no lograr ver el cambio en su familia ni en su vida propia.

Algunos padres están frustrados por que su hijo no  desea estudiar o si lo hace no sabe que será de su futuro. Otros porque aun no han conseguido el trabajo que se merecen, se dicen a si mismo. “estudie tanto, ¿para que?, sigo siendo del montón”. En algunos casos más serios, se sienten frustrados porque su imposible no encuentra la respuesta.

El cristiano debe colocar su mirada en Jesús (vs. 3). “…, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose enseñaba desde la barca a la multitud” Jesús se acerca a la humanidad de la persona, se encuentra con los pescadores cuando éstos están a la orilla. El ser humano esta muy aferrado a la tierra, a la naturaleza de las cosas materiales que nos bombardean por todos los medios posibles que tenemos.

Al igual que Simón y su hermano hay en la actualidad hermanos que escuchan lejanamente desde su humanidad (tierra) el mensaje de Jesús, las predicaciones ya no la sienten igual, le da lo mismo. Jesús tuvo que llamar su atención (a Simón y a su hermano), les pidió prestada la barca y así ellos también oirían el mensaje.  “Aparta de tierra un poco”. Ese apartarse de la tierra, de la naturaleza del hombre, de lo material, produjo en los pescadores un efecto de atender mejor el mensaje que Jesús transmitía a la multitud, y eso hizo que Pedro cambiara su actitud. No importa cuan frustrados nos sintamos, Jesús quiere toda nuestra atención.

El cristiano vuelve a intentarlo nuevamente (vs. 4-5). “Cuando terminó de hablar, dijo a Simón. Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. Respondiendo Simón, le dijo: Maestro toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado…” La petición de Jesús parecía una locura, ya que ellos lo habían intentado toda la noche. Sin embargo, Jesús quiso llevarlos a aguas profundas es allí donde esta nuestra dependencia total y absoluta de Él y solo de Él, pero también es donde vamos a encontrar la respuesta a nuestras necesidades. Él  como la pesca, tiene abundancias para satisfacer todas nuestras necesidades. Cuando creas que es imposible lograr que tu situación mejore, ten presente que Dios quiere que lo intentes una y otra vez. La orden es “echad vuestras redes al mar”. ¡Vuelve a intentarlo otra vez!

Cuando sientes que ya no puedes más, cuando creas que tu imposible no se va a cumplir. Recuerda la orden de Jesús, intenta una vez más.

El versículo 5c dice: “…mas en tu palabra echaré la red”. Cuando ores recuerda decir: en tu nombre Jesús hay Poder. Podemos lograr cambios en nuestras vidas y en las de los demás siempre que confiemos en Dios, pidiendo todo en el nombre de Jesús.

No sé cuando ocurrirá el milagro en tu vida o familia, lo único seguro es que cuando ocurra, tendrás que estar orando de rodillas y el cambio sucederá.

El cristiano que es persistente obtendrá la respuesta que anhela por medio del poder de Jesús. (vs. 6). “Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces y su red se rompía” Cuando escuchamos la voz de Jesús suceden milagros en nuestras vidas, él esta interesado en ayudarnos en nuestros problemas. Dios quiere hacer un milagro en tu vida pero es necesario que obedezcas su voz. Solo así serás escuchado.

Dios tiene respuestas en las aguas profundas, cuando nuestra confianza no está en lo material sino en lo espiritual. Aunque nuestras necesidades sean materiales Él responderá en todo.

Vuelve a intentarlo cuantas veces sea necesario, Jesucristo espera que lo hagas.

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